Teje como
si tuvieras
a la abuela
en casa

Teje como
si tuvieras
a la abuela
en casa

Todas las semanas, desde hace 7 años, envío emails con trucos y consejos gratuitos para que otras tejedoras disfruten del tejido tanto como yo.

También vendo cursos online y patrones para aprender a tejer distintas técnicas de punto y ganchillo. Desde nivel “no sé ni coger las agujas” a nivel “tejer con los ojos cerrados”.

Ya los han comprado más de 3.000 alumnas.

Dicen que lo explico todo con tanta calidez y detalle, que sienten como si su madre o su abuela les estuviese enseñando a tejer. Otra vez.

Y esta es la newsletter donde puedes recibir todo eso tú también:

A veces me dicen…

“Quería decirte que tienes un don para enseñar. No todo el mundo lo tiene, te lo aseguro”.

Y entonces me acuerdo de esta historia:

Cuando yo era pequeña mi madre me tomaba medidas, íbamos a la tienda y comprábamos las telas.

Las empaquetábamos y las mandábamos a Sevilla, que es donde vivía mi abuela materna, que era costurera profesional.

Unos meses después…
Mi abuela devolvía un montón de vestidos.

Así que no recuerdo ir a una tienda a comprarme un vestido ya terminado… Por lo menos hasta los 10 años.

Pero sí recuerdo que apenas notaba diferencia entre un vestido bueno de tienda y un vestido bueno cosido por mi abuela. No había diferencia, excepto una.

En los vestidos de mi abuela materna ella siempre se las apañaba para bordar por algún sitio mis iniciales: ‘M L’

Gracias a ella yo llevaba siempre un vestido personalizado, del que solo había uno en el mundo.

Y luego estaba mi abuela paterna.

Ella era la que tejía.

Me hacía todas las chaquetas, los calcetines, la ropa interior…

Vivíamos muy cerquita así que muchas veces se quedaba conmigo.

Entonces ella me daba los restos de sus tejidos, los ovillos, unas agujas y un juego de labores que me habían traído los Reyes Magos.

Con eso, mi abuela me enseñó a tejer.

Así que, para mí, tanto mi abuela materna, como mi abuela paterna y después mi madre…

Tenían un don.

No sé si era real para los demás.

Para mí lo era.

Con el paso del tiempo, desde los 8 años, me he ido dando cuenta de que en realidad había algo más grande detrás de todo aquello.

Más grande que un “don”.

Mucho más.

Y mucho más importante.

Y eso era (y es) …

Amor.

Amor por la familia y por el arte de tejer.

Por cuidar de los tuyos (incluso sin que se den cuenta).

Por querer tejerles a tus padres (ya mayores, que se les quedan los pies helados muy rápido) unos calcetines que sean esponjosos, que no piquen y que sean super calientes para el invierno; un par a cada uno, para que estén en casa y tengan los pies suaves y abrigados.

Por dejar un legado de generación en generación.

Y supongo que a mí se me pegó algo.

Por eso llevo toda la vida tejiendo

Entonces, no sé si yo tengo un “don” enseñando.
Solo sé que lo hago porque forma parte de mi vida.
Y si estás aquí, supongo que es porque, en cierto modo, tejer forma parte de la tuya. Por eso te estarás preguntando…

¿Son para ti mi newsletter y
los cursos que ofrezco?

Sé que es fácil prometer que si estás dentro de mi comunidad podrás lograr cosas que ahora te parecen increíbles.

Algo como tejerlo todo con los ojos cerrados, en cualquier lugar, mientras haces cualquier otra cosa a la vez.

Pero no prometo nada de eso porque no te conozco. Todavía. No sé cuál es tu situación personal, tu capacidad para aprender una habilidad, tu persistencia, el tiempo que le vas a dedicar…

Por ejemplo, quizá eres de las que prefiere consumir contenido esporádico en YouTube y no se plantearía jamás pagar por un curso.

En ese caso es mejor que te quedes en YouTube. 

En el resto de casos, solo te diré a continuación lo que me comentan las tejedoras —o futuras tejedoras— que sí están dentro y ya me conocen. Por si eso te sirve.

Sé que es fácil prometer que si estás dentro de mi comunidad podrás lograr cosas que ahora te parecen increíbles.

Algo como tejerlo todo con los ojos cerrados, en cualquier lugar, mientras haces cualquier otra cosa a la vez.

Pero no prometo nada de eso porque no te conozco. Todavía. No sé cuál es tu situación personal, tu capacidad para aprender una habilidad, tu persistencia, el tiempo que le vas a dedicar…

Por ejemplo, quizá eres de las que prefiere consumir contenido esporádico en YouTube y no se plantearía jamás pagar por un curso.

En ese caso es mejor que te quedes en YouTube. También me puedes seguir allí, en mi canal Pim Pam Teje. O en Instagram.

En el resto de casos, solo te diré a continuación lo que me comentan las tejedoras —o futuras tejedoras— que sí están dentro y ya me conocen. Por si eso te sirve.

Dentro hay emails, formación e
historias de todos los niveles

He enseñado a tejedoras con nivel cero patatero, con un nivel medio y con un nivel avanzado.

Y si algo me encanta del mundo del tejido, es la comunidad que hay en él.

Lo agradecidas que son las tejedoras y la ilusión, paz y felicidad que transmiten (y consiguen) gracias a la habilidad de tejer.

Una anécdota graciosa fue cuando me dijo una tejedora que su marido había estado escuchando un video donde yo daba una formación gratuita y después al final presentaba uno de mis cursos. Entonces…

Dice que le dijo su marido:
Vas a apuntarte al curso, ¿no? Porque esta chica explica tan bien que hasta a mí me apetece.

(La tejedora al final se apuntó, claro).

Y hay muchas más anécdotas:

Las tejedoras que empiezan me dicen que antes lo habían intentado muchas veces y se rendían. Como si tuviesen un bloqueo mental. Pero que, con mi explicaciones, videos y trucos, han conseguido tejer su primera prenda.

Otras me dicen que “es un amor cómo explicas, sin tus explicaciones del patrón no habría sabido cómo interpretarlo”.

Algunas de ellas, declarándose como completas «negadas» antes de empezar conmigo, me dicen que han tejido sus primeros calcetines, recién saliditos de las agujas y que están súper orgullosas de ellos.

He enseñado a tejedoras con nivel cero patatero, con un nivel medio y con un nivel avanzado.

Y si algo me encanta del mundo del tejido, es la comunidad que hay en él.

Lo agradecidas que son las tejedoras y la ilusión, paz y felicidad que transmiten (y consiguen) gracias a la habilidad de tejer.

Una anécdota graciosa fue cuando me dijo una tejedora que su marido había estado escuchando un video donde yo daba una formación gratuita y después al final presentaba uno de mis cursos. Entonces…

Dice que le dijo su marido:
Vas a apuntarte al curso, ¿no? Porque esta chica explica tan bien que hasta a mí me apetece.

(La tejedora al final se apuntó, claro).

Y hay muchas más anécdotas:

Las tejedoras que empiezan me dicen que antes lo habían intentado muchas veces y se rendían. Como si tuviesen un bloqueo mental. Pero que, con mi explicaciones, videos y trucos, han conseguido tejer su primera prenda.

Otras me dicen que “es un amor cómo explicas, sin tus explicaciones del patrón no habría sabido cómo interpretarlo”.

Algunas de ellas, declarándose como completas «negadas» antes de empezar conmigo, me dicen que han tejido sus primeros calcetines, recién saliditos de las agujas y que están súper orgullosas de ellos.

Es que imagina que te dedicas a enseñar y te dicen...

“Mónica es la mejor profesora de calcetines que hay”.

“Tu curso ha sido la única forma que he conseguido para tejer
calcetines perfectos”.

“Es una maravilla, tiene muchos videos y explicaciones y tú eres un encanto”.

“Es lo máximo para tejedoras que no sabíamos ni por dónde empezar”.

“La mejor inversión que hice en el tema del tejido”.

“Parecía difícil, pero con tu curso lo pones fácil y divertido”.

“Creo que he encontrado el sitio perfecto para compartir mí hobby contigo como profe y el resto de compañeras”.

“Creo, sinceramente que además de ser una profesional del tejido, eres muy cercana y, realmente te involucras con tus alumnas”.

O piropos como:

“Tus patrones llegan al corazón”

“No estoy especialmente inspirada para enviarte más piropos, pero quiero decirte que tus patrones llegan al corazón, al igual que tus podcast, que al otro lado de la pantalla estamos encantadas y agradecidas por tu esfuerzo y tu trabajo. Ánimo amiga!!!!”

Y que te envían mensajes que emocionan más que películas enteras:

8

“Me animas a pensar y a crear otros proyectos”

“Me apunté porque ya no tengo ni madre ni abuela de las que poder conseguir estos conocimientos, ya que las dos tejían y no dio tiempo, tú suples esa carencia con creces y me animas a pensar y crear otros proyectos con lo que continúo aprendiendo, así que es totalmente recomendable aprender a través de ti y la comunidad que has creado”.

Entonces ¿cómo no estar orgullosa de haber creado algo así y mostrarlo al mundo tejeril?

Tejer a mano es crear una pieza única, que no existe en ningún otro lugar y que nadie tendrá igual.

Y eso es lo que pienso de mi comunidad, mis redes, mis cursos y mi newsletter.

Que son algo irrepetible.
Un lugar que no existe en ningún otro rincón del mundo o de internet.

Un lugar donde ser tú misma, un lugar único para ti, con un significado especial.

Porque ambas sabemos que tejer nos hace sentir infinitas emociones. Que el tejido es medicina en épocas de estrés laboral.
Te saca de lugares oscuros, te acompaña y te sube la autoestima.
Te conecta con la maternidad y la familia.

¿No es una delicia poder tejer junto al fuego o una estufa?

El tejido te saca del aburrimiento mientras haces algo activo y relajante a la vez.

Cuando ves el resultado final, tras un proceso largo, de algo que tú has creado…

Te llena.

Como también cuando otras miran las prendas que llevas puestas y se preguntan…

“¿Se lo habrá hecho ella o no?”

O dicen, asombradas…

“¿Dónde te lo compraste?”

Además, te sientes importante porque estás creando artesanía que podría llegar a las hijas de tus hijas.

Tejer hace que se desate tu creatividad. Que conectes con tu verdadero yo.

Porque te expresas en libertad, incluso si por motivos de salud has tenido que dejar de ser tan activa como antes.

Porque cuando tejes desaparecen todas las distracciones. Desaparece el mundo exterior y aparece el mundo interior, una sensación de paz, de plenitud, de estar en casa.

No es que no puedas desconectar sin el tejido, es que con el tejido es como encender un interruptor, tener la contraseña de la caja fuerte, la llave maestra.

Tejer es una historia de superación.

Y te lo digo yo, que he creado Pim Pam Teje con artrosis en los dedos.
O quizá, precisamente, gracias a tener artrosis en los dedos.
¿No es curioso?
Pero bueno, me presento, que hasta ahora no lo he hecho formalmente:

Soy Mónica, “la de Pim Pam Teje”.

… Y no puedo pasar desapercibida con la risa que tengo.

Cuando voy a ferias o quedadas y me río a lo lejos, al llegar, ya están diciendo las tejedoras:

“Mira, por ahí está Mónica, esa es su risa”.

Aunque, en un plano más profesional, también me conocen como…

“La reina de los calcetines”

Como te he contado en la historia de antes…

Mis primeras agujas de tejer en punto y en ganchillo eran de plástico azul y me las regalaron Los Reyes Magos cuando tenía unos 8 años.

Me enseñaron a tejer mis abuelas y mi madre.

Y mientras tejía y tejía, fui al colegio, me licencié en derecho y trabajé durante diez años en el sector del turismo, organizando viajes en grupo de turistas extranjeros por España y eventos empresariales en un hotel de 5 estrellas en Madrid.

Suena muy divertido, pero en 2011 me pasaba 8 interminables horas en una oficina tecleando sin parar. Hasta que algo ocurrió y cambió mi vida.

Un día empezaron a dolerme las manos y me dijeron que ya no podía seguir trabajando. Que lo tenía que dejar.

Me habían diagnosticado artrosis
en la base del pulgar.

Adiós a mi vida de oficinista.

No me quedó más remedio que buscar una alternativa.

Lo natural para mí, claro, fue pensar en el tejido.

Porque hice un descubrimiento.

Descubrí que, con las agujas circulares y los ganchillos ergonómicos, no me dolían las manos al tejer.

Y pensé que podía ganarme la vida tejiendo. Pero otro problema apareció.

Mis manos no me permitían tejer al ritmo necesario para vivir del tejido artesanal.

¿Qué podía hacer?

Entonces fue cuando se me pasó por la cabeza la idea de este proyecto.

Siempre me han dicho que se me da bien enseñar.

Y eso hice.

Así fue como fundé mi escuela online de tejido Pim Pam Teje, en la que enseño distintas técnicas de tejido a través de mis patrones y cursos online.

Más de 35 años tejiendo.

Imparto clases presenciales semanales en Cristina Parlange Labores (Majadahonda, Madrid).

En mi escuela online hay más de 3000 alumnas apuntadas en alguno de los cursos.

Cada año imparto talleres presenciales en dos de los festivales del tejido más importantes del sector nacional:

  • Love Yarn Madrid
  • Sevilla Teje

Y colaboro en la campaña de promoción de Barcelona Knits Festival, como invitada referente del sector desde la 1ª edición.

He trabajado con pequeñas marcas locales y con marcas nacionales e internacionales como Katia o Mez Fabra.

He vendido casi 3000 cursos para aprender a tejer calcetines.

Por eso, aunque aún no estoy apuntada en el Libro Guinness de los Récords, probablemente soy la tejedora que ha enseñado a tejer calcetines a más personas de habla hispana.

Y a través de esta newsletter puedes entrar en el mundo de Pim Pam Teje y empezar a leer los emails semanales que ya reciben +15.000 tejedoras con trucos y consejos gratuitos para disfrutar del tejido:

Qué más dicen de mí en el Mundo Tejeril

Aquí puedes ver capturas reales de lo que me dicen las suscriptoras de la newsletter y también clientas de mis cursos. 

“Este curso ha sido la única forma que he conseguido para tejer calcetines perfectos.”.

“Empezar con tutoriales de Youtube me satura, en vez de relajar me estresa pa voy como pollo sin cabeza, no me salen del todo las cosas porque no entiendes y se frustra una! Asi q un cursito bien organizado lo mejor!”.

“No sabía tejer Magic loop y después de empezar con los calcetines, ahora lo uso en todo.”.

“Yo era negada pero negada . Asi que te recomiendo el curso de Mónica, además de aprender hacerlos aprendes tambien a diseñarlos, es de lo mejorcito que hay ahora mismo para aprender calcetines.”.

“Empezando mis primeros calcetines y me he lanzado «gracias al curso de Mónica de @pimpamteje Os puedo decir (e que las instrucciones son claras y precisas ① y que en todo * momento te sentirás acompañada de su mano ¿Quieres aprender a tejer tus propios calcetines ? Pues este es tu curso es sin duda alguna, con él aprenderás fijo.”.

“A mi me gusta reconocer el trabajo de las personas que comparten lo que han aprendido y les ha llevado su tiempo, eso tiene un precio. Si te interesa lo pagas y si no buscas otra cosa, que nunca será lo mismo. Yo estoy encantada con tus cursos y cuando llega el domingo, ¡sorpresa! qué nos contará Mónica en el correo de hoy??”.

“YouTube es gratis pero nunca aprenderás ciertas técnicas que solo se aprende en los cursos que dais o en los patrones que vendéis!!!”.

“Soy consumidora de you tube pero si quiero APRENDER, de la mano de una profesional es el mejor camino . La profesionalidad tiene un coste, nadie trabaja gratis y nadie aprendió gratis.”.

“Mejor explicados imposible, los vídeos es como ir "de tu mano" en todo momento. Cómo no recomendarlo, desde entonces me he vuelto adicta a los calcetines con el miedo que los tenía, incluso, me atreví a probar con las agujas de doble punta. Mil gracias por todo!!”.

“Explicas perfectamente y una duda que tuve al no poder entrar en el curso, aun siendo domingo, en menos de media hora ya me la habías resuelto, eres toda una profesional”.

“Tengo el curso de Mónica @pimpamteje también, y desde que lo tengo no para de tejer calcetines, me encanta. Si, pero los cursos tuyos son de calidad. Hay videos gratis útiles pero no te enseñan todo y con tanto detalle. Tus cursos son muy completos!!! No es lo mismo si uno aprende solo o en un curso... Merece muuuucgo la pena !!!”.

“Mónica el patrón de la estola Juana se puede comprar individual ? Es hermosa, tiene tu sello bien delicado y sabes? Tienes un estilo muy propio no andas por ahí tratando de imitar a los grandes diseñadores jeje".

“La manera de enseñar que tiene es ideal, pausada y con calma, además, desgrana cada detalle de como hacer las cosas, hace sencillo lo que a mi me parecia difícil”.

“Explicas muy bien, paso a paso, de forma muy clara. Al ser novata con las agujas circulares pensaba que iba a ser un desastre, pero todo lo contrario. Ante cualquier duda la resuelves lo antes posible y, si es necesario, con otro video. Creo que he encontrado el sitio perfecto para compartir mí hobby contigo como profe y el resto de compañeras. Creo, sinceramente que además de ser una profesional del tejido, eres muy cercana y, realmente te involucras con tus alumnas. Digo alumnas porque todas somos mujeres.,, Me gusta que hagas patrones más guiados y, otros menos para obligarnos a pensar y que no nos den todo hecho. Tus vídeos tienen un nivel de explicación y paso a paso muy bueno y te lo dice alguien que ha hecho muchos cursos de Domestika, tanto de labores como de otras muchas materias. También he hecho un Master Online en Diseño de Interiores con materias como autocad y aún teniendo tutorías on line como las tuyas, yo creo que un profe se tiene que poner en el lugar del alumno y pensar como él para saber cómo enseñarle. Tu blog es muy bueno y tus podcasts son entrañables y siempre aprendo algo nuevo contigo cada día. Sigue así de cercana y, para lo que quieras aquí estoy".

“Voy avanzando siguiendo cada unidad y no hay duda, explicas todo, todito, hasta el detalle más pequeño. Estoy consiguiendo tejer el canesú, con calma, eso sí, y está quedando genial, según tus indicaciones. ¡Estoy muy contenta de haberme apuntado a tu tarifa plana! Ahora sí veo y entiendo los resultados”.

“Mi abuela siempre estaba haciendo media o ganchillo. Hacía tapetes, cojines, cojines con grannys, chales, colchas... y ya desde que era pequeña me ponía a su lado y me enseñaba todo lo que ella iba haciendo. Así que cuando tenía 8 ó 9 años aprendí lo más básico del ganchillo y de la media. Muy bien no sé por qué, lo abandoné, supongo que por circunstancias que se van dando a lo largo de la vida. Hace un par de años, a raíz de que encontré todas las agujas de mi abuela y de mi madre, me vinieron ganas de tejer. Así que fuí a una tienda de lanas y allí me iban guiando en las cosas que hacía. Este año, en abril me operaron y durante tres meses tenía que llevar una vida tranquila. Así que busqué una actividad que me gustara y que pudiera estar en reposo. ¡Qué mejor que leer y tejer! Como no podía desplazarme para comprar lanas y nadie podía guiarme, empecé a mirar por internet. Hasta qué encontré Pim pam teje. Me apunté al curso de calcetines. Genial, Mónica. Està todo, pero todo, todo, tan bien explicado. No falta ni el más mínimo detalle. És completísimo y además con vídeos. Así que me decidí a apuntarme a la Tarifa Plana. Porqué a partir de los calcetines me vinieron ganas de hacer más cosas. Y, ahora que ya disfruto de la Tarifa Plana, lo que más me gusta es poder disponer de todos los cursos a mano en cualquier momento, preguntar cualquier duda ya sea a ti, Mónica, o al grupo de telegram. Y que cada mes nos pongas un patrón para hacer, me proporciona ilusión. Ahora ya estoy recuperada del todo y todavía tengo más ganas y ilusión de tejer. Por supuesto que animaría a cualquier otra tejedora a apuntarse, tanto si és para empezar a tejer como para mejorar y ser más autónoma. He aprendido a leer patrones y ésto te abre un montón de posibilidades para tejer. ".

“A mi me enseñaron a tejer y a hacer ganchillo mi abuela materna y mi madre, como a ti según vi en el vídeo. Cómo no tenía redes sociales buscaba en Youtube hasta que di con los cursos de doméstica, que si, están bien, pero nada que ver con lo que he visto en tu plataforma. Me encantó tu vídeo con el mensaje de "tu a lo tuyo", y empecé a seguirte. Esperaba terminar de opositar, para hacer alguno de tus cursos, pero estoy más que cansada de hacer proyectos con los que el incremento marginal de lo que aprendo es muy muy poco, y no compensa. Por eso me apunté esta semana al abono anual de tu escuela, para perfeccionar, y poder avanzar. Sinceramente, aunque he visto poco porque el lunes sin ir más lejos estoy de examen, la calidad de los vídeos, el nivel de detalle de las explicaciones, la cantidad de videos y de formación, la pedagogía al explicar, y la diversidad de tipos de especializaciones que hay, los patrones..todo! me parece que el precio es más que razonable y competitivo”.

Recibe la newsletter semanal de Pim Pam Teje con los trucos y consejos gratuitos que ya utilizan +15.000 tejedoras.